Después de varios días de lluvias en mi rancho se han quedado algunos charcos, si de esos que te gustaría salir corriendo y pisarlos bajo la lluvia, bueno cuando era pequeña (hace poco) aun lo hacia, me gustaba ver que tanta agua podía salpicar a los lados, pero hoy en día, no me agradan cuando voy en el auto.
El porque no me agradan tan sencillo esos charcos son traicioneros y pueden ser hasta un bache marca ACME, así lo comprobé hoy por la mañana que caí en uno de ellos, me dije changos! ya caducó, murió, se acabo, ya me veía preparando el funeral para mi llanta derecha delantera, empecé a escuchar como se le escapaba la vida - el aire pues – quise llorar, pero ya saben que las lagrimas no me salen, sentí como poco a poco me ponía histérica, si empecé a darme de topes contra el volante, tuve que mirarme al espejo, darme unas dos bofetadas y me dije a mi misma, tranquilízate, no pasa nada, es solo una llanta y en este momento te necesita, no pierdas el control, así que después de limpiarme las dos lagrimas que había derramado y limpiarme los mocos de mi hermosa nariz, comencé mi búsqueda de una vulcanizadora (es algo así como hospital para llantas)
En mi andar, pude visualizar fácilmente cuatro negocios, pero todos cerrados, seguí dando vueltas, hasta que decidí estacionarme en una de ellas, ya para entonces faltaban 10 minutos para las 8, era un hecho que llegaría tarde a la oficina y me dedique a enviar mensajes comentando mi situación, sale el dueño de la vulcanizadora y yo histérica le digo, rápido donde esta la entrada de emergencias, rápido un chalán, mi llanta, se muere, esta grave, muy grave, solo se quedo mirándome fijamente y aun puedo recordar esas palabras, disculpe Señorita pero abrimos hasta las 8am y aun faltan 10 minutos. WTF no le importo que llegara con un paciente grave y a punto de morir, no le importo ver mis ojos enrojecidos y mi nariz mocosa, no, no le importo nada, así simplemente tuve que seguir viendo como se le escapaba la vida a mi llanta, deseaba tranquilizarme y me fui a una tienda de conveniencia a buscar un te y un panecillo, regreso y ya son las 8am y entonces ahora si, como si no me hubiera visto hace unos minutos comienza a saludarme y atender mi requerimiento, me comienza a tomar los datos del seguro, me pregunta los sintomas de mi llanta, desde cuando estaba asi, me recrimina que porque antes no la habia llevado, que porque llego cuanto es una emergencia y no cuando empezó con los sintomas, le trate de explicar que el día anterior estaba bien, que todo fue muy rapido hoy por la mañana que empezo a quejarse de un pequeño dolor, pero aun asi me seguia viendo con ojos recriminatorios, como si yo hubiera sido la culpable de la situación de mi pequeña llanta, puedo decirles que tuve un final feliz, mi llanta se salvo, solo fue el rin que se doblo y tuvieron que enderezarlo, no me dejaron ver bien como lo hacían, tal vez porque notaron mi nerviosismo y no me dejaron entrar al quirófano.
Llegue a la oficina con una hora de retraso, mi jefe me preguntaba que como estaba todo, le expliqué y me vio ya mas tranquila, pero aun sigo pensando, que deficiente el servicio medico de llantas, que no entienden que los minutos son cruciales en un momento así. Y luego me pregunto porque en mi México no avanzamos, si nos falta tanta empatia, ya me siento mejor, ya me han reconfortado, aun tengo la nariz roja y los ojos un poco hinchados por el llanto que no ha podido fluir, ya todo pasó y me debo decir a mi misma, ya todo esta bien, pero aun me sigo cuestionando como hay gente tan inhumana, snif.
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